Desde el 2002 la Educación Preescolar es obligatoria en México y pasa a formar parte de la Educación Básica.
Cada día recobra mayor importancia y plantea grandes desafíos a los docentes y al personal directivo, con un currículo actualizado, congruente, relevante y pertinente que responde a las necesidades de los alumnos y que requiere mayor compromiso y participación de la comunidad educativa.